este relato lo dedico y lo baso en alguien muy original que me dio esta idea para el relato; claro no es familiar ni mucho menos mi prometido pero. es para recordar esos buenos tiempos en los que el cantaba sus temas fuertes y yo, una chica de 15 años que estudiaba en un palntel que no le agrado mi presencia. en fin , esas ya son otras razones. voy al relato directo (es pura ficcion, no se vayan con la finta):

son las nueve y media de la noche: la ciudad, llena de comercios y gente citadina pasa junto a las casas; sus pasos se recorren o bien, se oye su voz. el frio y los perros aullan en la atmosfera: mas estos sonidos no son importantes al hombre joven, delgado, rubio y que mostrara a la sazon unos 29 años; en sus ojos grises mora la preocupacion y la furia mezclada con indignacion. se halla sentado en una butaca gris, con una bufanda olvidada reciente del anochecer; perteneciente a la persona que espera en el alba. el reloj corre los seugndos, mirandole con ansia en la pared: pronto daran las diez, once, doce, quizas. llegue muy tarde. a quien espera el, si cabe es decirlo es a su esposa joven; el se llama Luis Montoya Franco y tiene 2 años dichosos de casado con su joven pareja de 27 años: Eva Martinez Ruiz. ojos color avellana y cabello rojizo, con señas de tinte que le hacen ver juvenil aun sin maquillaje tiene casi 6 horas que salio a verse solo dios sabe quien; ha cogido su abrigo marron y portado su vestido color limon escotado, sin darle cuenta a su hombre. luis se percato de esas idas hace 4 meses: ¿ acaso le engañara con otro, pese a que se casaron muy unidos de manera mutua uno del otro? se pregunta. mas ahora solo se ocupa de contar las horas y decir una breve exhortacion a ella en cuanto llegue; ya sabe que ella tambien es grande y debe saber lo bueno para su vida y lo que no pero. es su intimidad lo que esta en juego. antes de casarse, ambos se habian identificado con una doctrina muy lirica: el arte y el teatro. luis le habia conocido en un salon de clases de teatro que daba el profesor Montez: amigo de el desde que habia salido de la universidad y fiel seguidor de las sinfonias de bethoven y strauss. ella solo habiase inscrito por hacer algo en su plan de vida tan relajado y monotno: al salir de estudiar un curso de arte dramatico en la misma escuela, decidio perfeccionar sus dotes artisticas. al comienzo solo se vieron como dos compañeros y no mas: luego, cuando el profesor les pidio que formaran parejas para traducir los textos a una actuacion fue cuando el amor fluyo en ambos. despues de tres meses se decidieron por novios. hace solo un tiempo. ahora, Eva apenas le dirigia los buenos dias en la mañana y raras veces salian al cine de culto, la mayor aficion de ella. mas, ¿ que habia pasado en tan corto tiempo? consulto absurdamente su reloj de pulsera, sudoroso:

- ¿ en donde estaras, eva? esto no. esto no esta bien.- dijo, pelando los dientes po la aungustia y el suspenso a flor de labios. cuando al fin llego; el subito golpe y el abrir de puerta interrumpio su intriga y volteo a verle: el maquillaje que habia usado se le habia desvanecido en la cara y su faz mostraba una señal de cansancio exagerado, señal que el no podia adivinar.

- ¿ en donde estabas, porque llegas a esta hora?- inquirio sin tension luis-. llegue a las siete por el gimnasio que cerro temprano y no estabas, ¿ que es esto, eva?

- um.- aspiro breve ella-. no se como explicartelo; ademas, ¿ que hago yo aqui sola en casa, amor? sabes que la lolis y la rafles no vienen hoy a ver cine de culto o algo parecido, no creo.

- ¡si me preocupa, es porque me interesas!-. interrumpio molesto el-. no necesitas excusas burdas.- al decir esta frase reprochable su esposo, eva o dijo mas y le miro a traves de sus ojos vidriosos y casi con lagrimas: "si supiera. si supiera porque no se lo quiero decir. me mataria, algo que yo quiero hacer desde hace mucho tiempo." penso su mente aturdida por algun inhalante. asi, entre la mirada de estupor y desconcierto de su hombre mas la mirada ida, casi inocente de la mujer pasaron largos minutos, segundos. era algo dificil de explicar. pudieran como todo matrimonio joven pedir consejo de sus mayores como los padres o amigos pero. ¿ que tal sino era lo que buscaban? asi, el silencio seguia. las mujeres que decia eva eran amigas de ella desde la escuela: Dolores Maza y ana gutierrez,"rafles" apodada asi por sus senos casi bolidos y blancos, blandos y su cuerpo algo desfondado pero de tipo. eva se preguntaba que hacia con los novios que le veia cada que iba a su casa si no queria los chimes de doña Lencha, su vecina del 6 y casera, chismosa hasta la medula. ya unas mujeres del mismo tiro, ideas libres y subversivas de ella; que estaban a dos edades de los treinta. solo les veia cuando habia algo impresionante que imbuir en la mente o cuando querian contar sus intimidades. a el no le molestaba eso pues ambas eran aunque casi pateticas y con pocos atributos femeninos, unas amigas aceptables para el rol que ya formaban como gente madura. mas eso no importaba por ahora: importaba su intimidad y el amor, cuando el habia salido de un romance con una noviecita de la media superior y ella. una chica independiente, trabajando en una tienda de regalos como empleada de mostrador, casi una mujer mayor para el. en sentido estricto de la palabra. esto se vera en otro episodio. (continuara)