Este cuento comienza así:
Había una vez una chica que se enamoro locamente de un chico.
Esta chica de cabellos rubios como el oro se llamaba Claudia.
Claudia quería ver feliz a Javier porque sentía que estando feliz su vida era completa.
A veces Claudia pensaba, que todo era un sueño que no podía existir tanto amor entre los dos.
Todo era tan perfecto y romántico cuando estaban juntos...
Le gustaba verlo reír y le gustaba acariciarle la nuca mientras paseaban en aquel carruaje de caballos blancos.
Mientras paseaban ella le decía:
-Cuidado, no me mires Javier mira al frente no vayamos a cochar...
Hacian cosas de enamorados, como besarse al final de una calle, abrazarse y sentir esa alegría que siente uno, cuando esta enamorado...enamorado de verdad.
-Eres maravilloso pero muy quejica...¿lo sabes verdad?. (Eran el uno para el otro)
Un día Claudia le dijo a Javier en uno de esos paseos.
¿Sabes que nunca he viajado? Hay tantas cosas que me gustaría hacer contigo.
Ella se recosto y mirando el firmamento comenzó a decirle. sabes la otra noche tuve un sueño... ¿me escuchas Javier?
-¡Siempre te escucho! o por lo menos lo intento(dijo riendo)¡dime!.
El jugaba con su pelo ha enrredarlo en sus dedos mientras Claudia seguia hablando.
- Veras,los otros días soñé que tú me decías.
-Lo siento el cuento tiene que llegar a su fin, tú no eres la princesa de mis sueños.
Tú serás para mí, ese amor platónico que todo el mundo tiene alguna vez.
Entonces escuche un ruido en mi interior...era mi corazón que se partía en dos.
Aquel corazón tierno y delicado que tanto te amo, no pudo soportar tanto dolor.
Claudia bajo la cabeza y Javier la estrecho entre sus brazos.
-¡Claudia sabes una cosa! eso nunca va ha pasar porque yo no quiero perderte.
Yo quiero verte feliz. Nos vamos juntos de viaje, juntos en tren a ver la nieve...
Vamos juntos a cogernos de la mano mientras vemos la función de aquel teatro, ha soñar que estamos allí, aplaudiendo... en un gran teatro de palcos raídos de color rojo y dorado.
Mientras la noche cae y tu te sientes mi cenicienta esperando las doce.
-¿Sabes que pasara a las doce?
que te voy a querer unas horitas más.
Claudia lo abraza y lo besa, comienza a llorar.
-A veces pienso que estoy muerta, que ahora estoy en el paraiso descubriendo la vida contigo, sintiendome muy feliz.
Nunca me han cuidado como tu lo haces, consciente o inconscientement lo haces...y quizá no lo sepas pero me haces tan feliz.
A veces haces que me sienta como una princesa, esperando un final...un final feliz.
Javier se acerco a sus labios tomo su rostro entre sus manos y la beso.
Los dos se dieron un fuerte abrazo y sellaron su amor verdadero, con aquel dulce beso.
Y colorín colorado este cuento se ha termintado.
Moraleja: EL AMOR ES DESEAR QUE LA PERSONA AMADA SEA LO MÁS FELIZ POSIBLE. (SÓCRATES)
Para tí mi vida, porque solo se me ocurre amarte.
LUCY-A
tengo una duda... eran amigos? bueno, me puedo volver a ir?