Caminaba sola, a pesar de que no era tarde la calle estaba vacía, hacía frio y el viento que estaba algo fuerte la despeinó, cruzó sus brazos para darse un poco de calor. Aminoró el paso y se detuvo, empezó a mirar el cielo, un cielo sin lunas ni estrellas, de pronto el viento dejó de soplar, algo que en el fondo agradeció porque ya le estaba fastidiando. El cielo se tornaba de un color rojizo, vió que algo de dirijía hacia ella, cerró los ojos, sintió un fuerte golpe en la nariz, un zapato le había caído del cielo.
Hola que tal Melinita Sabes me puse a leer tus cuentos hoy y me he llevado una muy agradable impresion de ellos. Muy interesante tu estilo hoy a