Un niño llamado Pablo, se habia enamorado de la luna, la queria solo para el, Pablo era un niño muy listo de 9 años, era rubio, ojos muy grandes y verdes.
Pablo, como cada noche miraba la Luna antes de acostarse para ir al colegio.
Una noche, antes de acostarse tubo una gran idea, construir una escalera tan grande tan grande que llegara a la Luna.
Una dia en el sotano de su casa empezo a llevar a cabo su idea, con mucha madera y y tiempo, en una semana tenia hecha la gigantesca escalera.
Esa misma noche, cuando sus padres se acostaron, Pablo bajó al sotano y cojio la escalera, la puso en la ventana de su cuarto y empezo a subir y a subir hasta llegar a la luna, la cojio y la bajo a su cuarto, la escondio debajo de la cama y se acosto.
Al dia siguente la gente del pueblo estaba muy triste, por que la noche ya no tenia Luna, no sabian por que se habia ido, todo el mundo gritaba, ¡¡ vuelve luna!!, pero la Luna no aparecia, pero a pablo le daba igual que la gente no disfrutara de la luna, por que la tenia para el solo.
Por la noche las calles estaban muy oscuras, la gente no tenia ganas de salir a la calle.
Pablo miro debajo de su cama donde estaba la Luna, y vio que la Luna estaba triste, muy triste y ya no brillaba como antes.
Pablo le pregunto que le pasaba y la Luna le contesto:
- estoy muy triste por que ya no puedo ver a la gente por las calles, estoy aqui encerrada todo el dia, y quiero volver al cielo.
Pablo comprendio a la luna y enseguida sin pensarlo volvio a cojer la escalera y la luna y subirla al cielo donde etaba antes.
Desde ese dia todo el pueblo estubo mas alegre que antes, y Pablito comprendio que hay que compartirlo todo.
Alcanzar la luna en el sentido metafórico es lo que queremos todos. Un cuento precioso. Saludos.