“Carta a mis amigos”
Es inútil tratar de hacerlos sonreír porque no se trata de depresión.
Es inútil esperar a que terminen sus vacaciones.
Su ausencia me “huele” a PROTESTA.
Me puse a pensar en esa posibilidad y si la ausencia de ustedes se debe a una forma de manifestar su disconformidad con algunas cosas que suceden en la página creo que sería mejor “resaltarlas”.
1- Borraron cuentos suyos cuando estos cuentos manifiestan amor a la familia… mientras se permiten otros de mentes torcidas “atrapa-niños”.
2- Borraron cuentos suyos por tener un contenido (en alguna frase) supuestamente inconveniente desde el punto de vista político internacional, religioso, etc.
3- Borraron cuentos suyos por protestar o acentuar que a veces existen otros cuentos donde se menciona a personajes de la realeza con total irrespeto.
4- Porque debemos “convivir” con quienes escriben “aberrado” (no me refiero a todos lo eróticos sino a los extremo aberrados).
Aquí quiero hacer un paréntesis.
Los mismos que escriben eróticos coincidirán conmigo en que hay escritos de mentes insanas.
Normalmente no leo eróticos, no porque sea un puritano sino porque es un tema redundante que no me atrae pero debo decir que a veces “siguiendo” un comentario llego a uno de estos cuentos y muchas veces me he sorprendido y pensado que deberían estar en “románticos”.
Entre quienes escriben erótico-orgías se encuentra una mujer, Isabel Silveira cuyos escritos son de una belleza incomparable.
Comenzó escribiendo en portugués y ahora lo intenta en español (como puede) pero la belleza de sus palabras me hacen leerla de cuando en vez.
Continúo…
5 – A veces somos “asaltados” por personajes que actúan con total impunidad acosando a algún autor… pregúntenle a Pilar, Alberto Vázquez Salas, Marpa… o a mí.
6 – A veces han “usurpado” nuestra identidad y hemos tenido que salir a “desmentir”, eso crea zozobra en nosotros.
Y la lista podría seguir.
Créanme que el silencio de ustedes “pesa”.
Yo los quiero y su ausencia, su silencio me afecta, los echo de menos.
Todos los días abro la página buscando sus nombres en los cuentos nuevos… y nada.
Busco en los comentarios a aquel de prodigiosas rimas… y no lo encuentro.
Busco a aquella que fue premiada por una universidad cuyo nombre ella usa para simular a una oveja balando (pero con “v”).
Busco a aquellos cuyos escritos hablan con su corazón al amor.
Busco a la inocencia plasmada en cuentos para niños… saben a quien me refiero.
Hay cosas que deberían mejorar en la página, la censura a veces desacertada, el control sobre quienes vienen a pisotearnos impunemente, la falta de intervención cuando se deja, se permite, se mira hacia otra parte.
¿Sabían que hay quienes escriben eróticos “fuertes” y son personas románticas?… Esmeralda es una.
Recuerdo que una vez le dejé un comentario sobre un cuento de ella donde la protagonista terminó acostándose con el chofer de un taxi… ¡Maravilloso! Corrí a comprar yo un taxi.
De su romanticismo me enteré por un e-mail donde ella me decía que nos leía. Ella disfrutaba de lo romántico pero no sabía escribir en esa categoría.
Creo que podríamos “convivir” porque nadie me obliga a leer erótico o romántico si me aburre.
Pero hay otras cosas que deberían cambiar…
¿Saben? yo “adoro” esta página y tengo esperanza de que haya algún cambio.
Podríamos proponer un Consejo de Escritores para que trabajen en conjunto con los administradores de la página y mejorar la “convivencia”.
Este Consejo de Escritores no sería para tratar temas de ética sino de conducta.
No quiero que los escritores eróticos sean excluidos.
Se trata de “vivir y dejar vivir”, nadie me obliga a leer nada.
Quiero que si aparece algún “atrapa-niño” sea denunciado y sus cuentos borrados.
También quiero que piensen que los dueños de esta página tienen una inversión que proteger… no solo el software sino los servidores que ponen a nuestra disposición. Una modificación como sería dividir a las categorías con diferentes servidores significaría un imposible… ¿Cuándo recuperarían esa inversión?
Tenemos que aprender a “convivir” aunque no por eso
dejar que cada quién haga lo que le venga en gana. Su libertad de expresión llega hasta donde comienzan los derechos del otro.
Una modificación al software que no sería demasiado costosa podría consistir en dar una clave al correo de cada quien y que esa clave sirva para que un fulano “sancionado” por el Consejo de Escritores pudiera ver y leer pero no intervenir por un tiempo determinado (no votar, no dar de alta cuentos, no dar de alta comentarios). Son pocos programas para modificar.
No quiero extenderme más… creo que podemos “convivir” pero no como en la época de las cavernas, sin policías, sin ley, sin justicia y sin sanción.
Ledo, admiro tu letra, tu prosa amena mantiene el hilo, y si no comento no dejo de valorar con puntos, lamento aquellos que botan con un 01 tan solo para fastidiar y bajar tu promedio, creo que te has lucido con esta reflexión. Un diez