En una apartada y maravillosa región llamada Hador, había en tiempos muy remotos, una aldea, la cual era muy bella y hermosa por sus paisajes y fronteras. Pero los aldeanos vivían aterrorizados por un monstruo que llegaba a atacarlos. Este monstruo tenía la apariencia de un pegaso con cuernos y unos colmillos afilados; pero no sabían que este era Weber, un bello pegaso blanco de pelaje suave y terso y de ojos muy hermosos que vivía en la aldea. Weber , estaba bajo el hechizo de Inclémen, la malvada bruja que estaba envidiosa de la gran hermosura de Weber; por lo que había lanzado un terrible maleficio:
"Cada vez que la luna llegue a su plenitud y su luz caiga justamente en el cuerno que se erige en la montaña; es ese preciso momento, Weber se convertirá en una criatura maligna, que solo deseará causar daño y dolor".
Cada vez que esto sucedía, la bruja salía a observar el resplandor del cuerno y reía de satisfacción al saber que en cualquier lugar donde se encontrase, Weber sufriría la transformación.
Una noche de luna llena, en la cual seguramente el pegaso se transformaría, Darton, un joven de la aldea y amigo de Weber, lo vio y quedó aterrorizado al observar aquel cambio tan increíble en el pequeño animal; se escondió rápidamente para no ser descubierto. Ya transformado, Weber se disponía a comenzar su maldad, pero una nube extraña cubrió la luna y éste volvió a la normalidad, cayendo desmayado; Darton fue a auxiliarlo diciéndole temerosamente:
-Weber, ¡despierta!
El pegaso volviendo en sí, le dijo:
- ¿Que me pasa?... me siento débil.
-Ven, te llevaré conmigo- dijo el joven "allá te explicaré todo lo que he visto.
Llegaron a la casa y Darton contó al pegaso todo lo que había observado, y luego le dijo:
- Solo hay alguien que nos puede decir que es lo que te ocurre, el Sabio Sotón, solo él podrá curarte de ese mal.
Para llegar hasta él, tenían que cruzar una selva llena de numerosos peligros, pero estaban decididos a emprender ese viaje. Al día siguiente, se despidieron de todos en el pueblo.
Cuando llegaron al peligroso bosque "Nibescal", sintieron mucho temor pero tuvieron la idea de que Weber llevaría volando a Darton para poder cruzar el bosque más rápido; pero cuando iban a la mitad del camino, sintieron que una fuerza extraña los atraía hacia el bosque. Darton se resbaló de la espalda de su amigo presipitándose rápidamente hacia un pantano. Cuando Weber bajó a buscarlo, pues no pudo ver el lugar donde cayó su amigo, no se percató que unos hombres cocodrilo lo asechaban. Al darse cuenta que lo querían atacar, corrió velozmente hacia el pantano donde por casualidad estaba Darton, que fue salvado por Weber al sacarlo de las arenas movedizas en las cuales estaba atrapado, a punto de morir si su amigo no hubiese llegado a tiempo; en ese momento se dieron cuenta que los hombres cocodrilo se acercaban; y sin demora siguieron en dirección de una trampa hecha por los hombres topo, cayendo en ella llegaron al reino de estas bestias. Ahí los atraparon, tomándolos como prisioneros; durante tres días pasaron como esclavos realizando trabajos forzados y siendo castigados una y otra vez, hasta que algo sucedió:
- Cuando hubo cambio de guardia de las serpientes que cuidaban los calabozos en los cuales tenían a los esclavos, Weber reconoció a una de ellas, y al verlo ésta, le dijo:
- ¡¡¡ Weber!!! ¿Eres tú, mi amigo Weber?
- Erus, por fin, creí que no me reconocerías- contestó
el pegaso, -¿Podrías ayudarnos a salir de aquí?
La serpiente dudosa le respondió:
- Es muy difícil amigo, hay una vigilancia enorme, pero no puede fallarte, pues te debo un gran favor, te debo la vida.
Weber tiernamente le contestó:
- Tú sabes que nunca hubiera permitido que esa gran bestia te comiera; aunque fue el destino quizá, el que me hizo pasar casualmente por ahí.
- Esa casualidad fue algo maravilloso, te lo aseguro, jamás lo olvidaré; por eso aunque ahora me cueste la vida te ayudaré.
La serpiente se quedó unos instantes muy pensativa y de pronto su mirada cambió; tenía una idea:
- Lo tengo, óiganme bien: El cambio de guardia será dentro de tres horas, cuando vengan mis compañeras se ocultarán en esos huecos que están en la pared, yo me haré el dormido y en el momento preciso que ellas se acerquen haré como si me despierto y veré la celda, luego gritaré asombrado que ustedes has escapado, ¿De acuerdo?
- ¡¡¡Es una gran idea!!!,- dijo Darton así, cuando entren a la celda los capturamos y huiremos.
Así tal como lo habían planeado, el escape sucedió, fue todo un éxito. Erus , la serpiente, tuvo que huir del lugar para no ser castigada, y así, se despidió de sus amigos en las afueras del gran bosque "Nibescal".
Cuando salieron de ese horrible y espantoso lugar, los hombres topos seguían buscándolos, pero ya era demasiado tarde para atraparlos. Después de caminar por mucho tiempo, vieron una pequeña casa, por fin habían llegado a la casa del sabio Sotón, éste ya los estaba esperando, pues su pájaro mágico le había comunicado la presencia de los dos visitantes.
La puerta se abrió sola cuando llegaron frente a ella, y cautelosamente entraron a la casa, frente a ellos estaba el sabio. Era un anciano, con una enorme barba blanca, tan blanca como la nieve que caía en las alturas de las montañas. El sabio muy cortésmente les dijo:
- Pasen, veo que vienen muy cansados del largo viaje que han tenido, coman un poco de lo que tengo preparado y luego es mejor que duerman, mañana hablaremos y discutiremos el asunto por el cual han venido.
Al asomarse el alba, el sabio los esperaba para escuchar el relato de los dos visitantes. Cuando estos terminaron de hacer su relato, el sabio con voz firme les dijo:
- Tenéis que ir en busca del Hada Aurora, que es la única que les puede decir cual es el remedio para este terrible maleficio.
- ¿Cómo encontraremos al Hada Aurora?- preguntó Weber.
- Sigan rumbo al norte, y al encontrar una montaña gigantesca en forma de diamante, veréis un palacio de cristal, ahí encontraréis al Hada.
Antes de que se marchen, quiero relatarles el porque Weber tiene este hechizo:
Esmeralda, es el verdadero nombre de una bruja que ahora se nombra a sí misma Inclémen, que es una malvada bruja, en épocas pasadas, siendo ella una muchacha muy hermosa pero soberbia y de malos sentimientos, criticaba y se burlaba de sus amigos porque no tenían su belleza, hasta que un día el Hada de la Belleza le envió un castigo diciéndole:
- "Tú vanidad y tu soberbia te han de maldecir y serás una bruja horrible y malvada, hasta que en tu corazón tengas la bondad que nunca has tenido, debes darte cuenta que no es la apariencia física la que cuenta sino la bondad del corazón".
- Y ¿Qué pasó con ella?- interrumpió Darton.
- Ella se ha escondido en unas cuevas que están cerca de aquí, y a desatado su cólera y envidia contra Weber, por ser muy bello y noble con todos.
- Sólo tú amiguito, puedes romper el hechizo que tiene atrapada a la bruja.
- ¡¡Muchas gracias!!- dijeron los dos -partiremos en éste instante hacia el castillo del Hada Aurora.
Cuando llegaron al palacio, los recibió la hija del Hada, llamada Cenyace, Darton al verla quedó maravillado al verla y por supuesto ella sintió lo mismo, sintieron una gran atracción desde el primer momento en que se vieron. Cenyase tímidamente le preguntó al joven:
- ¿Cuál es tu nombre?
- Me llamo Darton y él es mi amigo Weber.
- Mi madre los recibirá en estos momentos, por favor síganme.
- Gracias, bella princesa- le respondió Darton con dulzura.
Cuando estuvieron en presencia del Hada y le expusieron el problema, ella les dijo:
- Yo los llevaré ante el Diamante Azul, que es el único que puede romper el encantamiento; pero seguramente ahí estará Inclémen, tratando de robar el diamante, pues los ha estado observando desde su partida. Ella cree que puede romper el encantamiento que le envió el Hada de la Belleza y así ser hermosa como lo era antes.
- Entonces salgamos de inmediato a buscar el diamante- dice Weber, con preocupación.
- Saldremos en la mañana- responde el Hada, -pues la oscuridad es gran aliada del mal, y no podemos correr riesgos innecesarios.
- ¿Puedo acompañarlos, madre?- preguntó Cenyase.
- No querida hija, es un viaje muy peligroso, Ah... Darton, tenemos que atar a Weber antes que salga la luna, recuerda que hoy llega a su plenitud y sufrirá la transformación, convirtiéndose en la bestia despiadada.
Siguiendo el consejo del Hada Aurora, Darton ató muy bien a Weber, pero al llegar la noche, éste se convirtió en la terrible bestia, logrando liberarse de sus ataduras y guiado por el pensamiento de Inclémen, secuestra a la joven princesa Cenyase; pues la bruja quiere tomar su hermosura.
Todos se quedaron asombrados y quisieron evitar que se la llevara, sin poder evitarlo.
Inmediatamente Darton salió a rescatar a la princesa, llevando una espada que le dio el Hada, para que se pudiese defender de todos los peligros que seguramente encontraría en el camino.
Pasó toda la noche tras Weber, al amanecer llegó cerca de las cuevas, cuando en eso, dos terribles criaturas hambrientas, salieron de un lago y quisieron atacarlo, Darton desenvainó su espada y les dio muerte con gran rapidez. Cuando entró a la cueva, encontró a Weber encadenado y desmayado, el efecto del hechizo había pasado y sin demora, Darton lo despertó y lo liberó de las cadenas que lo aprisionaban.
- Vamos a buscar a Cenyase, dijo Darton.
- Sí, vamos pronto, Inclémen la matará en cualquier momento- respondió el pegaso.
Ellos entraron precipitadamente a la cueva, donde tenía atrapada a Cenyase y la bruja se disponía a poseer la belleza de la joven princesa, al ver que Darton se lanzó contra ella, tomó el diamante y huyó con él.
Darton se acercó a la princesita y ella le dijo:
- Gracias por venir a tiempo, tuve mucho miedo.
- Ya no temas princesita querida, ya estoy aquí y no te dejaré nunca, ni dejaré que te hagan daño, pero ahora tenemos que ir en busca del Diamante Azul.
Mientras tanto, el Hada Aurora estaba cubriendo la luna con un gran manto mágico para que Weber no sufriera ninguna transformación, pues a todo esto ya había llegado la noche otra vez. Y dirigiéndose a ellos les dijo:
- Tenemos que ir pronto al Oráculo, ahí está Inclémen con el Diamante Azul, debemos recuperarlo.
En una montaña gigantesca estaba la bruja, cuando el Hada y sus amigos llegaron y le arrebataron el diamante. El Hada Aurora levantó sus manos y dijo con voz firme:
¡Oh Diamante Azul, el único con el poder mágico, desaparece el hechizo lanzado sobre este pegaso, para el bien de todos los seres!
Luces de mil colores salieron del Diamante, cubriendo a Weber y cuando todo acabó, él ya no era un pequeño animal, ahora era un pegaso adulto y muy valiente.
Inclémen quedó asombrada de ver aquel cambio y quiso tener la belleza que antes tenía, entonces Weber le dijo:
- "Si tu te arrepientes de todas las maldades que has hecho y enmiendas tus errores, volverás a ser hermosa, ya no solo físicamente, sino también de corazón, porque todos tenemos una segunda oportunidad", yo te perdono.
Inclémencayó de rodillas e imploró perdón a todos, lloró amargamente, por todo lo malo que había hecho.
Cuando todos le dieron su perdón, ella por arte de magia, volvió a ser Esmeralda, ahora más bella que nunca, porque también lo era de corazón.
Todos fueron al castillo del Hada a celebrar con una gran fiesta el triunfo que habían obtenido.
Y en cuanto a Darton y Cenyase, ellos se casaron y vivieron en armonía, paz y amor por el resto de su vida.