No puedo contar toda mi historia, porque no me alcanzarían las palabras para expresar todo los que viví, solo puedo escribir los siento ahora, y como veo en este momento ese pedazo de mi vida.

Me pregunto si valió la pena, si por unos minutos de tu amor hoy recibo días de angustia, si por unos segundos de felicidad al oírte un “te quiero”, hoy merezco esta vida de soledad, por un abrazo tuyo, ahora paso los días pensando en ti.

¿Valió la pena?, las pequeñas cantidades de cariño que me diste, ahora se transforman en interminables desiertos de tristeza, por unos minutos en que me sentí amado, hoy vivo tiempos de inaguantable dolor, esperando se realice un sueño que solo un tonto como yo puede imaginar.

No se si valió la pena, un pasado silencioso en el cuál tenía la esperanza que tu me correspondieras, un presente en que fui en contra mía solo por ti, y un futuro lleno de temor de no poder olvidarte.

¿Valió la pena?, las miradas de odio que aún recibo, la culpa en mi conciencia por lo que hacía, el miedo de vivir lo que ahora estoy viviendo, la vida que dejé de lado solo por estar contigo, todos los sueños realmente tontos que tuve que vivir a tu lado y este conjunto de heridas que ahora tengo por corazón.

No se si valió la pena, pero se que todo valdría la pena si estuvieras a mi lado, si pudiera despertarme cada día con la ilusión de que podré sentirte cerca mío, si pudieras ser lo primero en que piense al despertarme, y lo último que recuerde al acostarme, pero no quiero ser tan tonto, ya no quiero que juegues con mi corazón mientras eliges tu destino, ya no soporto todo este dolor, lo único que me queda es confiar en Dios que nunca me abandona, Él que vio todo lo que me pasó y Él que me ayudará a que todo esto tenga algún final, no importa cuál sea, solo me queda aceptarlo.

Por eso ahora me pregunto si valió la pena, se que ahora no puedo responder, ni siquiera se cómo termine esta situación, espero algún día encontrar las respuestas, solo espero que este dolor se termine, que mi corazón pueda sanar y que tú lleves una vida que te conduzca a la verdadera felicidad para así justificar de alguna manera mi sufrimiento.