:: | Sin Clasificar |
:: | Infantiles |
:: | Fábulas |
:: | Mitológicos |
:: | Terror |
:: | Tradicionales |
:: | Otros |
:: | Hechos Reales |
:: | Ciencia Ficción |
:: | Historias Pasadas |
:: | Patrióticos |
:: | Sueños |
:: | Policiacos |
:: | Románticos |
:: | Cómicos |
:: | Misterios |
:: | Estudiantes |
:: | Metáforas |
:: | Religiosos |
:: | Aventuras |
:: | Bélicos |
:: | Históricos |
:: | Urbanos |
:: | Educativos |
invitado-ANFETO 15-01-2005 00:00:00
|
invitado-Joaquín Ledo 14-01-2005 00:00:00
Pau: El valor de las palabras va más allá de la sintaxis... Fíjate, si yo te digo... Pau yo te amo... No es igual si te las dice otro... ¿o sí? Al escucharlas tu reacción será diferente con uno que con otro. La de uno podrá saberte a casabe y la de aquel sonará como música celestial... ¡Un momento!... ¿Qué estoy diciendo?, corrijo... La de aquel podrá saberte a casabe y la mía sonará como música celestial. Con ese ejemplo quiero decir que sería difícil ponerlas en una cajita porque las MISMAS PALABRAS tienen o no valor y significado según quien se las diga a quien... ¿No crees? Joaquín PD: Lo del significado diferente para las mismas palabras fue una bromita. No estás enojada... ¿o si? |
invitado-Maria Eugenia 14-01-2005 00:00:00
("El valor de las palabras", Pau) Las mías con menos fuerza que las tuyas, quieren aquilatar el valor de tus palabras. Tienes una cajita muy valiosa, pero de entre todas para mí libertad es la que permite combinar las palabras. Que pena que no cayeron tantas en mi cajita. |
» | Total Cuentos: | 21.638 |
» | Autores Activos: | 155 |
» | Total Comentarios: | 11.741 |
» | Total Votos: | 908.509 |
» | Total Envios | 41.629 |
» | Total Lecturas | 55.582.033 |
Por casualidad he leido tu hermoso trratado sobre la palabra que me ha recordado sobre lo que tengo escrito en "Paquita": Engarzado en el sortilegio de las ideas, inconscientemente entro en la dilucidación del valor inconmensurable, casi mítico, de los vocablos. La palabra, en sí, tiene fuerza tan viva y contundente que asemeja a un proyectil en cuanto transciende de nuestros labios. La historia de la humanidad gira, desenvuelve, forja, crea y destruye al socaire de esa fuerza inmanente que posee el vocablo. Y como si se tratase de un dios omnipotente le rendimos adoración en el ara en que se postra nuestra pequeñez y estulticia. El 'sí' y el 'no', para el mortal, adquiere igual contundencia que tiene el volcán para la corteza terrestre. Entraña el ser o el no ser, la vida o la muerte, la felicidad o la desgracia, el éxito o el fracaso...