Esta es mi vida, este es mi infierno

Hoy es un día normal para todos...menos para mí.
El 15 de febrero de 1885 fue toda mi tragedia o para otros seria: un don o la eternidad.

Todo comenzó ese año, mi nombre es Alexandra Caslon Zedon, tengo 17 años y vivo en Inglaterra, nunca pensé que existiera ese mundo hasta ese día, todo comenzó así, yo caminaba por el parque por supuesto era de noche, junto con mi pareja , en ese momento paso un hombre de ropaje negro, nos vio como comida, su único alimento, se acercó a nosotros con el pretexto de que le diéramos una pequeña ayuda económica, por supuesto mi novio le dio dinero en ese momento lo tomo de la mano, lo jalo hacia el y le hizo un movimiento,era como una mordida, como cuando un perro muerde a una persona en el pie cuando lo molestan pero este hombre lo hacia en el cuello y sin razón, yo estaba aterrorizada, Salí corriendo sin rumbo fijo no me quedaría para que saciara su necesidad de matar.

Cuando termino de sacarle toda la sangre a mi novio, fue en busca de mí, yo ya me encontraba lejos de ahí, cuando creí que me había escapado de el apareció y dijo: ¡NO TE VA A DOLER MUCHO, ES RAPIDO, HASTA LO PUEDES DISFRUTAR JAJAJA!

Yo aterrorizada empecé a gritar, pero me agarro del cuello y me mordió, al principio sentí dos piquetes y eso dolía mucho, me empezó a succionar yo lo sentía, sentía como mi sangre se iba con el, poco a poco me sentí débil no podía hacer nada, no podía luchar por mi vida, mis ojos poco a poco se cerraban y la ultima imagen que vi. Fue a el... ¡A MI CREADOR!

Cuando pude recobrar el conocimiento, todavía me sentía un poco débil, casi no podía moverme, pero percibí que ya no estaba en el parque, si no en una casa muy elegante, se escuchaban muchas voces, yo estaba en una cama, se veía que casi nadie la aseaba.

El se acerco a mí y me dijo: Quieres vivir o morir?
Yo un poco débil le dije: Quiero morir.

El se acerco más y me dijo: No seas tonta, el mundo estará tus pies, tendrás la eternidad jamás envejecerás ¡no te gustaría eso! La eternidad, no padecerás de hambre solo comerás sangre, vamos es tu oportunidad Alexandra.

El olor de la muerte era constante ella me llamaba, ya no quería sentir más dolor y ACEPTE en esos momentos, pensaba en quitar ese dolor de mi cuerpo.

El medio su brazo, se cortó y me dijo: ¡bebe y serás libre!
Yo bebí de su sangre, al principio me quema pero después era deliciosa, no terminaba de saciar mi deseo por la sangre, cuando mi creador me dijo:basta ya es suficiente , yo no le hice caso y seguí bebiendo de esa deliciosa sangre, el me gritaba basta y yo no le hice caso, hasta que me empujo, yo caí al suelo , empecé a perder el sentido, cuando al fin reaccione me di cuenta de que ya no era yo si no alguien que ya no tenía vida... Pero tenía eternidad. fin