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Categoría: Terror

El bromista

Lorenzo no podía creer que fuera verdad lo que le estaba pasando. Se encontraba completamente solo, rodeado de tumbas por todas partes. Era una noche lúgubre; apenas un pequeño resplandor de la luna servía para que distinguiera dónde daba cada paso. El silencio de aquel lugar le podría hacer pensar que él también estaba muerto, como todos los que allí descansaban para siempre.
Las tumbas se perfilaban en la oscuridad por su color blanco y los cipreses dejaban ver su sombra alargada. Nada se oía, nada se movía. Lorenzo estaba temblando, tenía el vello erizado y sus ojos estaban a punto de estallar en un llanto desesperado.
Entre las tumbas solitarias parecía romperse el silencio y se escuchaban risas. Sí, risas siniestras que hacían más angustiosa esta situación. Quería pensar que todo era una pesadilla, que no podía ser cierto que él estuviera allí. Pero ese momento de despertar no llegaba nunca.
Sus amigos lo habían llevado allí con engaños. Lo habían forzado a entrar en el cementerio y después habían desaparecido todos para dejarlo solo con su miedo. La oscuridad lo obligaba a andar despacio y se había desorientado. Llevaba más de una hora y no había conseguido encontrar la salida. Sus ojos se habían adaptado a la oscuridad y podía distinguir las sombras. Pero eso lo hacía sentirse todavía más perdido y solo en aquel lugar de muerte y silencio.
Así fue como empezó aquella pesadilla que no parecía llegar a su fin. Mirando a lo lejos, entre las sombras empezó a distinguir que algo se movía. Eso le hizo temblar mucho más. Su corazón latía con fuerza y el lo escuchaba dentro de su cabeza como si de un momento a otro fuera a estallar.
Aquella sombra que se movía se estaba acercando a él. Se repetía una y otra vez que no podía ser verdad. Volvía a escuchar esas risas diabólicas, perdidas entre las tumbas, y cuando miraba al frente descubría que aquello estaba cada vez más cerca. Un sudor frío empezaba a correr por sus sienes, la respiración empezaba a fallar como si alguien le apretara en el pecho. “Esto no es verdad, esto no es verdad” se decía y se repetía.
A medida que aquel ser se acercaba y lo iba distinguiendo con más claridad iba sintiendo con más fuerza que el pánico se apoderaba de él. Hasta tal punto lo inundó el horror, que sintió su cuerpo inmóvil, sus piernas no respondían y le era imposible echar a correr. Mientras tanto aquello se iba acercando más y más.
Tenía forma humana pero andaba despacio y torpemente. Cuando pudo distinguir sus rasgos descubrió que el rostro de aquel ser era monstruoso. Sus ojos saltones parecían querer escapar de la cara. Su boca abierta, enorme, dejaba ver unos dientes podridos y sangre a su alrededor.
Lorenzo veía que aquello estaba casi a punto de agarrarlo. Querría estallar en un grito desesperado, pero su voz se había quedado ahogada en su pecho oprimido. Las risas se oían esta vez con toda nitidez, estallaban en tremendas carcajadas. Las manos de aquella criatura infernal se acercaron al cuello de Lorenzo. No gritó, no salió corriendo porque el miedo lo había paralizado. Solo dos lágrimas empezaron a correr por sus ojos.
Las risas pasaron a ser jaleo y algarabía. El monstruo se echó mano a la cara y de un tirón se quitó la máscara y la guardó arrugada en su bolsillo. Todos sus “amigos” empezaron a salir de entre las tumbas, reían a carcajadas y comentaban lo divertida que había sido aquella broma.
Pero Lorenzo no reaccionó. Continuaba inmóvil con los ojos mirando al vacío. Las risas se fueron apagando y de la algarabía se pasó al nerviosismo.

- ¿Qué está pasando? ¿Por qué no hablas, Lorenzo? Sólo era una broma.
- Dios mío ¿Qué hemos hecho?
- No os pongáis nerviosos, no es más que una broma. No puede suceder nada- dijo François queriendo convencerse a sí mismo.
- Desde que viniste de Francia no has dejado de idear bromas macabras para burlarte de Lorenzo. Si le pasa algo tú tendrás toda la culpa.
- Eh, eh, eh... todos habéis colaborado en esto.
-Y ahora ¿que vamos a hacer con este muerto en vida?
- Salgamos de aquí, lo dejaremos perdido en el campo. Alguien lo encontrará. Lo importante es que nadie sospeche que estuvo con nosotros.

Salieron del cementerio y dejaron a Lorenzo por un lugar lleno de árboles. Durante todo ese tiempo Lorenzo permaneció mirando al vacío sin apenas moverse. Lo tuvieron que llevar casi a rastras.
Cuando regresaban al pueblo, el silencio que había entre ellos era mucho más tenebroso que todo lo que había sucedido.
Las calles del pueblo estaban desiertas. La noche estaba muy avanzada y toda la gente dormía. François continuaba su camino para encerrarse en su casa y no volver a salir en mucho tiempo. Las farolas de su calle, todas a la vez empezaron a parpadear hasta que se apagaron. Se quedó todo a oscuras. François seguía su camino a tientas y empezó a tener la sensación de que no estaba solo. No podía explicar por qué, pero tenía la certeza de que alguien o algo lo estaba siguiendo. Miraba hacia delante y solo veía oscuridad. Miraba hacia atrás y no podía distinguir nada. En cambio sabía que no estaba solo.
El miedo empezaba a recorrer su cuerpo.
- Alguien está por aquí. Tal vez algún bromista. Tal vez Lorenzo se ha recuperado y quiere vengarse.
Empezó a caminar inseguro. Temía que en algún momento se pudiera topar con algo. Cada paso que daba miraba a todas partes y tanteaba con las manos antes de avanzar.
De pronto algo lo hizo quedarse sin respiración. Al tantear con la mano tocó algo. Sí algo estaba delante de él. Entre las tinieblas pudo distinguir un rostro demoníaco: ojos saltones queriendo salir de la cara, una boca abierta con dientes podridos y chorreando de sangre. Y el silencio se rompió con unas risas macabras que no se sabía de dónde procedían. Sí, aunque no quería creerlo delante de él había alguien que tenía su máscara y parecía burlarse de él. Sin pensarlo se dio la vuelta y salió corriendo entre la oscuridad.
Mientras huía se metió la mano en el bolsillo y tanteó. Comprendió que su máscara seguía ahí arrugada. Nadie se la había quitado. Esto hacía que lo que había visto y oído fuese aun más espeluznante. ¿Podría existir en el mundo un ser con una cara así?
Después de todo lo que estaba pasando pensó que lo mejor sería pasar la noche en el campo y esperar allí que amaneciera. Así se alejó del pueblo y se acomodó entre los árboles del campo. No podía borrar de su mente todo lo que había pasado. Se sentía inseguro y no podía controlar sus nervios. A lo lejos empezó a distinguir entre las sombras que algo se movía. Sí, era angustioso reconocerlo pero algo se estaba acercando hacia él. Entre los árboles parecían escucharse monstruosas risas. Su cuerpo se quedó inmóvil penetrado por el horror. Sintió que su respiración fallaba, sentía que algo le oprimía el pecho y le impedía gritar. El sudor frío empezaba a chorrear por sus sienes y por su frente.
Aquello estaba cada vez más cerca. Sus ojos se habían quedado clavados en aquella siniestra visión y empezaba a distinguir el rostro infernal de aquella criatura. Las risas eran cada vez más frecuentes y más claras. Lo tenía ya delante. Era de nuevo la cara de su máscara. Pero eso era imposible, el tenía guardada en el bolsillo aquella máscara. No podía ser cierto. Cuanto más cerca estaba más claramente distinguía aquellos ojos y aquella boca repugnante. “Esto no es verdad” se repetía en su interior. Pero su cuerpo paralizado y su pecho ahogado sólo podían esperar que aquella cosa se acercara y terminara todo de una vez.

En el pueblo se habló durante mucho tiempo del misterio de aquellos dos jóvenes que aparecieron muertos en el campo. No se supo explicar el motivo de su muerte, sólo se sabía que sus rostros expresaban un horror indescriptible.
Unos cuantos muchachos más dejaron de andar por las calles y pasaron el resto de su vida encerrados en sus casas sin querer salir ni ver a nadie. Eso sí, nunca querían quedarse solos y tenían un miedo enfermizo a la oscuridad.
Datos del Cuento
  • Categoría: Terror
  • Media: 6.52
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Comentarios


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8 comentarios. Página 1 de 2
ailim
invitado-ailim 26-08-2009 00:00:00

hola, gracias por escribirme, wao!!! esta historia si q estuvo definida y las cosas pasaron gradualmente , te felicito! osea esa cosa macabra q c movia existia en realidad!!! waoo p.d: menos mal q lo lei en el dia..

Susana
invitado-Susana 25-06-2006 00:00:00

Te felicito por todas tus historias. la verdad es que me facina leer relatos como los tuyos.son exelentes, espero que sigas escribiendo.

iris
invitado-iris 28-04-2006 00:00:00

leo todos tus relatos, pues me encantan y los defines muy bien, sigue escribiendo me haces pasar buenos ratos

Isabel Delgado
invitado-Isabel Delgado 11-03-2004 00:00:00

El susto está asegurado y el bromista se llevó su merecido.Los pelos como "escarpias", insisto.

Crystal I
invitado-Crystal I 10-09-2003 00:00:00

con emoción hasta el final. La verdad es que a una se le quitan las ganas de gastar bromas a nadie. Menuda lección se llevó el chico. Felicidades y ya tengo ganas de leer algo más espero que no estes muy liado para seguir escribiendo y muchas gracias por tus comentarios sobre mis cuentos. Saludos

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