Aquella noche, los padres de Julia y Sara salieron de viaje inesperadamente y, ante la imposibilidad de encontrar una canguro, las dos hermanas se tuvieron que quedar solas en casa. El reloj marcaba ya las 12:00 de la noche y las niñas bostezaban de sueño mientras miraban su programa favorito en la televisión. De repente, hubo un corte y emitieron un avance de noticias. Según el locutor, un psicópata asesino que se había escapado del manicomio y era tan peligroso, que las autoridades aconsejaban que todo el mundo se marchase a casa y que cerrasen herméticamente puertas y ventanas. La policía haría un minucioso barrido por la ciudad hasta encontrarlo. Nadie podría estar a salvo mientras aquel sel malvado y sediento de sangre no fuese capturado, vivo o muerto. Julia y Sara estaban muy asustadas. Siempre habían tenido miedo a quedarse solas en casa, pero aquella noche, además, temblaban al pensar que, estaban completamente desvalidadas. Por esosiguieron rigurosamente todas las recomendaciones de la policía y despúes se metieron a la cama. Las imágenes de los horribles asesinatos cometidos por aquel hombre no paraban de dar vueltas en sus cabezas y se movían inquietas entre las sábanas. La angustia era tal que Julia, la pequeña de las dos, empezó a tener dificultad al respirar. A veces, en situacionesde estrés sufría ataques de asma. Entonces, Sara, preocupada por la salud de su hermanita, bajó de la litera y abrió la ventana. Después, le acarició la cabeza cariñosamente y llamó a Rufo, el perro, para que se tumbase a los pies de su cama. Ella sabía que la presencia de su mascota la calmaría. Así, mientras el perro le lamía la mano, la pequeña se tranquilizó y consiguió conciliar el sueño. Al cabo de varias horas, Julia se despertó otra vez. Fue entonces cuando empezó a escuchar una especie de tip, tap, tip, tap, tip, tap... un goteo incesante que provenía de la cama de su hermana. Julia trató de volver a dormir. Pero estaba tan asustada que le fue imposible. Aquel ruido era cada vez más repetitibo y, en el silencio de la noche, el sonido retumbaba muy fuerte en sus oídos. Miró hacia abajo y Rufo no estaba; sin embargo, al acercar su manita al borde de la cama, sintió cómo comenzaba a lamerle los deditos. Pasado unos minutos, no pudo evitar levantarse y encender la luz. Entonces, su cara se estremeció de pánico y ya no pudo parar de gritar. Su hermana, su querida hermana Sara, yacía sobre la cama cubierta de sangre y... ¡¡¡sin cabeza!!!
En estado de shock, Julia se lanzó totlamente aterrorizada hacia el teléfono, pero... ¡¡no oyó ningún sonido al otro lado de la línea!!, se puso a correr desesperadamente en busca de una salida. En mediode la conmoción, Julia tropezó y, al caer al suelo, quedo tendida insconciente.
Cuando despertó era de día, pero de quedó extrañada al encontrase de nuevo en su habitación, bien arropadita. Escuchó moverse algo bajo la cama. Entonces, alargó la mano y recibió unos cuantos lametazos de Rufo. Pero esta vez ni siquiera el contacto con su perro le hizo sentirse más tranquila. ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Era real o un sueño lo sucedido durante la noche? Aunque sentía un miedo atroz a levantarse, al final, se decidió y sin mirar hacía la cama de su hermana, salió del cuarto. Sin embargo, lo peor estaba por ocurrir: descubrir la verda. La realidad podía superar la ficción y con creces. Al entrar al salón, se encontró de bruces con el cadáver destripado de su perro Rufo, con quien la noche anterior se había tropezado. Entonces..., pensó, ¿Quién le había estado lamiendo la mano durante la noche? ¿Qué o quién había debajo de su cama? Antes de que pudiera gritar o moverse de allí, un afilado le atravesó el estómago y la sangre se precipitó a borbotones hacia el suelo. Aquel loco asesino había entrado en la casa, tras abrir Sara la ventana. Mató al perro y después a la hermana mayor. Y habría matado a Julia entonces, pero le divertía la idea de hacerse pasar por Rufo. Así que, queridas/os, ya sabéis quién le había estado lamiendo la mano durante la noche...
Me gusto tu cuento, pero agradeceria que leyeses mi relato titulado LOS TRES HERMANOS, tal vez te resulte familiar. Si necesitas inspiracion en algun otro relato no dudes en decirmelo.