Diálogo entre El Columnista y su redactor jefe. Está diciendo el Columnista:
-Está transgreción continuada del poder del inglés y sus homólogos..., produce escándalo y deplorable ejemplo. Contiene todo este asunto de la guerra en Irak, una malicia infinita. Teniendo en cuenta los estragos en la población que están producciondo las dificutades del "remedio" no deseado por nadie -dice, desabrido el Columnista-, ¿Y cómo, si puede saberse trato el asunto? ¿Alteración del orden humano, por la paz?
-Según ellos es simplemente la mudanza de un "algo degenerativo"; purificar "aquello" que se estaba pudriendo.
-¿Y las alteraciones y tergiversación de textos malisiosamente... No piensas que es un signo contrario a la verdad? Toda esta depravación posee capacidad corruptiva de contagio; inclinación a practicarlo y que tiene por colorario la mansedumbre de carácter de los pueblos que admiten tales hechos.
-¡Este diario, no admite nada! ¡Informa! Centrate en la consternación de nuestro país, por el sufrimiento, reparable, del pueblo "liberado".
El Columnista, viajó a Irak, se asomó por el ventanal de la Muerte, y se dedicó a remendar zapatos.
Creo que ese debió ser el titulo del cuento. Muchas gracias a todos mis lectores y a vosotros en particular. Pily