El camaleón Salomón extiende su lengua luenga cazando moscas toscas y mientras el rústico sapito Pedrito lanza su aliento al viento descontento al errar su tiento. El camaleón tiene ventajas muy majas- piensa para sí Pedrito-pues al cambiar de color puede cazar que es un primor- ¡Ay, de mil amores cambiaría yo también mis colores para poder cazar y mejor merendar!
Pero¡qué flashing! de repente un torrente de luz de hada alocada le concede su deseo- ¡Canastos! -piensa Pedrito- ahora querer comer es poder. Y dicho y hecho, torna el ex sapo en verde, se esconde tras un helecho y ¡plash! cinco moscas en el pecho. Imprudente e inconsciente busca una presa mayor con ardor. En el centro de un pelado descampado ve a un elemento ¡Ay, que contento! Se aproxima sin candor a un saltamontes que es un primor. Cuando a lo lejos oye un pitido emitido por un bicho mayor, se queda tieso y ya sin rubor de color.
Cronchi cronchi, hace Pedrito bajo la rueda del coche de Conchi.
Y es esta historieta la que cuenta el camaleón Salomón cuando algún personaje sin bagaje en el equipaje suspira por cambiar de traje durante su viaje.
La historia del camaleón que hizo cronchi cronchi bajo la rueda del coche de Conchi.
Me encanta como escribes. Sigue así. Espero ver más cuentos tuyos publicados; también me gustaría leer alguna poesía.