Abrí mis ojos en la madrugada, y por el brillo del patio, supe inmediatamente que el día venía completamente despejado. Sólo una hora más tarde salí a la calle, de lo más aseado y desayunado. Cruzé la mirada a la vereda del frente, y ahí fue que me sorprendió cuando la vi : mi tía Marcela de pie en la solera, toda envuelta en una gran bandera chilena, con una pancarta en su mano izquierda y un gorro de lana. Ella también me vió, y sin dudarlo me gritó : ¡ vamos, apúrate, supongo que vendrás con nosotros en el auto de la Tamara !...¡ Vamos ! Me acerqué a ella sin que dejara de gesticularme como una desesperada. La tomé de los hombros, yo todavía sin entender qué era lo que le sucedía :
- Pero hijo - me contestó acaloradamente - hoy es el 11 de septiembre, y vamos con Marcela, Matilde y su marido a Santiago, a ver si podemos saludar, ver o escuchar al hombre santo, al general Pinochet, dicen que saldrá a saludar, ¿ cómo sabes si me saco otra foto con él ?, vamos, hijo, tú puedes ir, tienes que ir, no puedes ser tan malagradecido - decía sin pausa -
- No puedo - tía - le contesté - tengo que trabajar...ya sabes...
La noté decepcionada conmigo, me miró casi con desprecio, y en eso llegó el auto de la Sra. Marcela , se subió con algo de dificultad entre tanta pancartas y banderas chilenas. Eso si, no le faltaron argumentos para seguir recriminando mi actitud desde la ventanilla trasera :
- Malagradecido - me dijo - si no fuese por los militares chilenos, tendrías a tus hijas como prostitutas cazando gringos viejos para poder comer...como en Cuba...sí...como en Cuba...
Lo demás no lo alcancé a escuchar, pues el auto partió raudo a Santiago. ( A ver si se alcanza a ver mi tía en las noticias de la noche )
Hola Sr Andueza, Luego de una larga ausencia, y de no saber de Usted, veo nuevamte sus escritos y me llama especialmente esté dónde compara Usted, lo pasado en Chile con lo actual cubano.. Que lo indujo a eso? Saludos cubanos Pimienta