Un general al servicio de Su Majestad, de las Fuerzas Armadas Españolas. Su mundo no era de aquí sino de la vida militar. Su novia, hermana quizás incluso su esposa o su amante era su avioneta.
Era un conquistador. Con su traje de piloto aéreo. Su casco antiguo, su pañuelo al cuello y cigarrillo negro en los labios.
Sus habilidades o cualidades: jovial, dicharachero y aventurero. Su corazón y su imaginación no tenían límites y se podrían sólo comparar a la de un pequeñuelo jugando a soldados o a indios con sus muñecos en su habitación.
Desde pequeño, desde chico, cuando jugaba con sus geypers a soldados o sus playmobils a indios y vaqueros, quiso ser gobernador o emperador. Volaba alto y más alto soñaba... y de mayor no pudo hacer otra cosa que ser piloto de aviación.
Cruzaba mares, laderas, montañas..., su mente siempre despierta imaginando sus hazañas incluso antes de que acontecieran e ideando planes para ganar sus combates.
Luchó contra África, en aquella la Legión, conquistó España y las Américas, fue todo un colonizador y hasta ganó 40 medallas ya que hacía colección.
Las limpiaba, las adoraba y las ordenaba. Eran sus medallas, sus premios a sus esfuerzos, incluso su obsesión o su tesoro más preciado. ¡Nunca fue un mal tipo!. Nunca hizo daño a nadie. Sólo era un romántico y un soñador.
Ahí donde había hambre, llevaba alimento, donde no había agua, llenaba los depósitos. Cuántos hospitales, farmacias e incluso colegios abrieron gracias a sus esfuerzos. Pues si no hubiera viajado tanto, no existirían.
Nunca le conocí, pero de haberle conocido seguro que hubiera sido mi "novio", pues... sin conocerle... para mí fue todo un orgullo y un símbolo de admiración.
Mi padre, me hablaba mucho de él, cuando íbamos a pescar y se acercaba la noche con sus estrellas y su luna. Me contaba de sus hazañas, sus conquistas, combates..., incluído el último cuando fue derribado y cayó al mar.
Mi tío tenía un gran humor, amaba la libertad, le gustaba llamarse "paloma blanca", pues él era libre como un pájaro cuando arranca del nido.
No se le conoció más que una novia, muy hermosa, que era, sin duda, su Patria España.
Por eso, entre combate y combate, siempre decía que un día dejaría su soltería y se casaría con su patria chica. Y así sucedió. Su patria incluso le regaló la medalla al mérito de su esfuerzo y devoción. Al mérito de su valor.
Yo, miro sonriendo, la luna y las estrellas y sé que desde arriba él me guarda y espera, me protege y me salva de mis enemigos que me acechan.
*****En memoria a Modesto Méndez, capitán de aviación****
...MODESTO MENDEZ, BELLISIMO AMIGA!!!! SE QUE LA PALOMA BLANCA ESTARÀ FELIZ DE QUE LE RECUERDES ASI!!!!! UN BESO, UN ABRAZO Y TODO MI AMOR!!!!