Había terminado de hacer mis tareas que tenía pendientes, cuando sentada en el sillón tuve una revelación. Me miré la mano... jamás había prestado atención a los dedos de mi mano. Pero no me refiero en sí a mis dedos, sino al significado que despertó cada uno de ellos. Me miré el dedo “índice” y percibí en él energías negativas, vi que así como este dedo sirve para señalar, acusar e intimidar así hay mucha gente. Gente egoísta, ambiciosa que no le importa destruir a los demás con tal de triunfar ellos. Proseguí con el “mayor”, otro más que tiene una actitud mediocre sólo lo usamos para insultar, ya se imaginarán cómo.Continué con el anular, este lleva la sortija de un hermoso compromiso y podría servir de “ejemplo”, mas sin embargo a veces rompemos con la promesa que en alguna ocasión le hicimos a ese ser amado y la unión, ese lazo de amistad y amor desaparece. ¿Qué pasó entonces? ¿Dónde quedó tanto amor reunido?... Y como no hallamos respuesta, arrojamos la sortija a la suerte de quién la encuentre. Otros son más fieles a sus recuerdos y la guardan. Hasta ahora este dedo no resultó ser mejor que los anteriores. Mi vista entonces se detuvo en el meñique. Humm este dedito es pequeñito, frágil e inútil. ¿Qué se supone podría hacer con él? Sin embargo, cuando uno aprieta la mano este pequeño contribuye a darle mayor presión a la fuerza aplicada.
Finalmente me detuve con el pulgar, dedo simpático que parece estar siempre de acuerdo. ¿Se acuerdan cómo colocan el dedo cuando algo les parece bien? Aunque tampoco es santo... Vamos que si algo no les gusta me lo colocan hacia abajo.
He cerrado el puño, dejando el pulgar hacia fuera. Observo que los cuatros dedos a pesar de ser medio odiosos trabajan bien juntos. Hacen fuerza, la unión genera esta fuerza. Están como inclinados, agachados rindiéndole homenaje al pulgar que se encuentra encima de ellos. ¿A caso veneran la supremacía de este? Sin el pulgar las tareas de la mano se harían sumamente laboriosas. Tampoco el pulgar por si solo lograría hacer nada, así que pienso que cada dedo es importante. Me he fijado que a pesar de que los cuatros dedos se inclinan ante el pulgar, observo aun con el puño cerrado, que éste también se inclina por encima de ellos y pareciera que los abrazara. En ese momento me recordé, que la naturaleza del hombre en el fondo no es mala, si queremos podemos trabajar en armonía, amarnos entre sí los unos a los otros. Solo debemos tener una actitud más humilde entre hermanos, ya que unidos hacemos una gran labor la humanidad... Separados solo seremos dedos inútiles.
Esta mano vendría representado a la humanidad, tratemos de ser más unidos, no querrán amputarla. Por si no lo sabían el hombre es el depredador del mismo hombre.
"Dedicado a todos mis amigos de la página. Especialmente a mi hermana Milagros. Espero que te deje alguna enseñanza"
Autor: Nathalie Ledo.
07-03-2004
Con Nathalie, es muy cierto, algo siempre se aprende: que la mano es ejemplo de humanidad que sorprende. (“Los dedos de mi mano”, de Natalie Ledo)