Espérame Julieta (2)
Dos horas y media después llego jadeante a la loma desde donde veo la 4x4.
Julieta de brazos cruzados parada apoyada en el vehículo me ve llegar.
Rubén – Hola “patito”.
Julieta – Hay que ver como gritabas... tenias miedo de que te dejara ¿no?.
Rubén – No Julieta... yo no tenía miedo de que me dejaras.
Meto la mano en el bolsillo -¡ Mira! Yo cargo las llaves. Tú no te habrías podido ir.
Julieta con cara de sorpresa - ¿Pero entonces?... no entiendo ¿ por qué gritabas tanto?
Rubén – Tú como que no entiendes que yo te amo, que te quiero con el alma, con los huesos, con todo mi ser. No entiendes que no puedo respirar si no te beso si no huelo tu perfume, si no acaricio tus cabellos.
¡No!... por supuesto que no entiendes cuanto te quiero. Mi amor por ti no puede ser medido. ¿Hasta dónde llega el infinito?... dime.
Yo no me cansaré de gritarte que te amo hasta que lo entiendas.
Julieta – Pero...
La interrumpo - ¿Los niños están en la 4x4?
Julieta – Sí... se durmieron.
Rubén abriendo la puerta del vehículo y mirando a los niños - ¿Ya comieron?
Julieta – Hace una hora.
Está anocheciendo y está haciendo frío. Voy y abro la puerta trasera y saco una manta. Vuelvo y cobijo a los bebes.
Rubén - ¿ Tú ya cenaste?
Julieta – Bueno... en realidad no.
Rubén - Está bien,
encenderé una fogata y asaremos carne en vara.
Al rato estamos los dos frente a nuestra fogata. Yo con una cola de lomo trinchada en una vara seca.
¡Sabroso el olor de la carne asada!
Ella se sienta a mi lado.
Traigo la vara y corto un poco de carne que le doy a probar a Julieta.
Ella la prueba - ¡Uhmm! Riquísima.
Como yo y le doy a ella que come con los dedos. Yo tampoco uso tenedor.
Rubén - ¡Ya va! Nos estamos olvidando del refresco y el pan campesino que compramos en el pueblito.
Traigo eso y la cafetera con todo, lista para poner al fuego.
Habla poco mi Julieta.
Rubén – Encontré la botella de refresco vacía así que traje el vino tinto.
Julieta – ¿Ese que compramos en aquel viñedo?
Rubén – Sí. Creo que este es el mejor momento para degustarlo.
Traje una sola copa así que bebemos los dos compartiendo.
Julieta – Está riquísimo y va perfecto con esta carne.
La observo comer y beber... disfruta.
Lo que yo no logré, pudo el Borgoña... comienza a sonreír. Brillan sus ojitos.
Nos comimos todo... y bebimos bastante.
La luna comienza a asomar entre las colinas y se refleja en el río.
Julieta se para y señala la luna - ¿Estas viendo?... ¡Ay que belleza!
Sus pasos no están bien coordinados. Trastabilla un poco y se endereza.
Su cadencia al hablar y caminar denotan los efectos del Borgoña.
Me levanto y me pongo cerca por si las dudas.
De un árbol cercano un búho chilla y levanta el vuelo.
Ella se asusta. Se da media vuelta y se aferra de mí. Yo la recibo en un abrazo.
Aprieta su cara contra mi pecho... yo la protejo.
Julieta - ¿Qué era eso?
Rubén – Era Cupido convertido en ave.
Julieta - ¿Qué tenía ese vino?
Rubén - ¡Magia!... hizo que rieras ¿verdad?
Tomada de mis brazos la sostengo. Alza su carita y me mira. Las llamas de la fogata hacen un juego de luces en nuestros rostros.
Julieta – ¿Por qué unas veces gritabas “Amo a Julieta” y otras “Julieta te amo”?
Rubén- Cuando aparecía un escorpión, una lagartija, etc. Yo le participaba gritando “amo a Julieta”... si llevaba tiempo sin ver un animalito te gritaba a ti “Julieta te amo”.
Julieta atrapando con ambas manos mi cara - ¡Eres bello!... pero no me gusta que todas te lo digan. ¿Tú sabes por qué estoy enojada contigo?
Rubén – Estoy ansioso porque me lo digas.
Julieta – Porque tú “tonteas” con todas.
Rubén - ¿Qué es “tontear”?
Julieta – No te hagas... que galanteas con todas.
Rubén – Estas equivocada. Soy cortés con ellas pero eso no es “tontear”.
Julieta – No me digas que “no” porque tú las conoces a casi todas.
Rubén – Yo las identifico pero no las conozco.
Julieta – ¿Quieres que te refresque la memoria?
Rubén – De acuerdo pero dame un minuto que voy a poner el café... creo que nos hace falta.
Julieta sentada en el suelo gesticulando con ambas manos como si declamara – “Me dejaste con la miel en los labios”... piensa y luego dice...- “te doy un beso (tú sabes donde)”... Mmmmm... -¿Eres la fulana del cafecito...?
- Pero eso no es todo... le dedicaste un cuento a la “otra”.
Rubén poniendo azúcar a una taza grande de café negro – A la “otra” le dediqué un agradecimiento porque me dio apoyo cuando más lo necesitaba y tú no aparecías ni apareciste nunca.
Yo te necesitaba pero tuvo que ser la “otra” quien me diera ánimos en esos días a través del msg . Yo debería estar enojado contigo no tú.
También tengo una explicación para los otros “reclamos” que me haces pero primero quiero que bebamos un poco de café.
Le pongo la taza en la mano.
Julieta – Huele divino...tú sabes hacer café.
Bebe otro sorbo y dice – Tengo frío. Ven aquí y abrázame.
Me recuesto en el árbol seco y la abrazo. Noto sus manitos frías.
Ella se acurruca y pone su naricita fría en mi cuello.
Rubén – ¿Sabes que eres la mujer más complicada que existe en todo el planeta?
Julieta – Parece un título importante.
Rubén – Pero soy yo el que padece las consecuencias porque tú te cierras y no dices lo que sientes yo tengo que adivinar hasta dar en el clavo.
- Eso que tú tienes se llama “falta de comunicación”. Pero te voy a decir que tú no eres más tozuda que yo.
- Yo tengo genes celtas y vasco-franceses y cuando amo a una mujer como te amo a ti no hay nada ni nadie que me haga cambiar.
Julieta levanta desafiante su carita – ¡Yo soy más tozuda!
La acuesto sobre la hierba y veo entre una ranura del tronco seco una flor silvestre de un azul precioso. Se la pongo en el pelo.
Por un instante me mira a los ojos... luego mira mis labios y otra vez a mis ojos...
La beso y ella se deja llevar.
Abre sus ojos retirando apenas sus labios de los míos y otra vez me mira. Su mirada se mueve como observando mi rostro. Cierra sus ojos y volvemos a besarnos cada vez con más pasión.
La acaricio aquí, la toco allá y ella suspira y susurra a mi oído ese...¡Ay! que me vuelve loco.
De pronto reacciona – No me beses que tú eres un Don Juan.
Rubén- No te parece que si fuera un Don Juan yo no estaría contigo aquí y con tus niños.
- Dime cuántos de tus pretendientes salieron contigo llevando a los niños.
- Dame una razón por la cual estoy aquí contigo y no con alguna de las “otras”.
- ¿Por qué tuve que enamorarme de ti?
- ¿Por qué...por qué? si es una maldición.
Julieta – ¡Cálmate Don Juan!... Primero... porque soy bonita; Segundo... porque el señor Cupido te atravesó con sus flechas y tercero... porque te tengo “hechizado”.
Rubén – Bebe más café Julieta ... anda bebe.
(Tal vez continúe)
Fondo musical: A bridge (un puente)
SEPA USTED SEÑOR JOAQUIN QUE ME QUITA UN PESO DE ENCIMA PENSE QUE ESA CHICA EXISTIA... Y TAMBIEN DECIRLE QUE ME ALEGRO DE QUE NO EXISTA PUES NO CREO QUE LE HAGA CRACIA LEER FRASES COMO-(UNA LIBRETA DE TELEFONOS DE HOMBRES QUE NO LA LLAMAN ETC.....)POR DIOS SEÑOR JOAQUIN!!! EN QUE MUNDO VIVEN ESTA JULIETA SUYA O MUJERES LUCHADORAS QUE USTED HABLA. APUESTO QUE NO SE TIENEN QUE SENTIR MUY ORGULLOSAS AL VER COMENTARIOS DE ESE TIPO O COMENTARIOS COMO.... YO TE LLEVO A CENAR CON TUS HIJOS LOS OTROS TE INVITAN A CENAR Y LUEGO AL HOTEL.... ME PARECE QUE LA FORMA DE VER LA VIDA DE ESA CHICA NO LA ESTA DEJANDO EN BUEN LUGAR ES MAS POR ESO ME ALEGRO DE QUE DIGA QUE ESA CHCA NO EXISTE. NO TENGO NADA MAS QUE DECIR DE MOMENTO. SOLO QUE NO ME GUSTA COMO TRATA CON FRASES COMO ESA A ESA CHICA. POR FAVOR!!!!!!!!