he visto mas alla de las estrellas caer, sobre esos cuerpos inocentes. Llegué un dia con mi maletin de médico, solo y angustiado despues de mi separación. Esos días dormia donde podía, caminé junto a los guaraníes en la misma frontera argentino-brasilera. dormi bajo techos de paja, comí reptiles, bebi agua de lluvia, bañarse era un lujo menos afeitarse y solo aveces dormía. Allí con las lluvias tropicales entre el lodazal caminaba entre esos seres inocentes. Dormía cubriéndome con las estrellas como mantas y pude ver mi interior. Nunca había creido en dios hasta ese momento. Estaba junto al firmamento, el cielo parecia tocarlo con mis manos. En esos parajes la justicia es de los hombres, su ley es respetada y comprendida defendiendola con puños de hierro. estuve con los misioneros en cada sitio, despertando en mi ser ese sentido solidario de la vida. En esos parajes me encontré con españoles, franceses y alemanes etc. haciendo cosas que ninguno haria, si no es retribuido por el dinero. Maestras rurales caminando, donde se cruza el peligro cercano a esos montes; donde habitan los gatos monteses y jabalíes con la posibilidad de ser, atacado por ellos. A veces para acompañar el dolor, bebia algo de alcohol para borrar las penas. Alli me sentí util por primera ves, tuve que inventar, suturar con hilos de coser, con clavos oxidados en agua y lima para dar complejo vitaminicos, extraer con una aguja caliente una larva de mosca llamada ura que se encuentra dentro de la piel. atender sobre una mesa sin ningun aparato actual médico. me acuerdo cuando despues de atender a los aborígenes, al darle un abrazo al cacique, la hermana que me acompañaba me dice: que nunca se abraza al cacique. eso termina con la muerte de uno. Vi a niños blancos en estado salvaje, corriendo entre las matas. Sus padres creian que era un mal presagio del diablo. Como tambien uno se pregunta, alli los granjeros no se casaban pero vivian acompañados y era para toda la vida. No existía algo tan comun como las ciudades, las separaciones. Como tampoco las infidelidades, compartir a un hombre era traición y eso se pagaba caro. estuve con fiebre y solo acostado en un piso de madera allí supe de la muerte. vi por primera ves a la muerte, fria y sola como mujer frigida junto a mi. Padecí, sufri, fui consolado por ellos. Enfrenté a la muerte y me di cuenta que la vida y muerte son una cara de la misma moneda, no le temo pero la respeto. no la llamo, pero me cuido. cuando tuve que irme y llegué a la ciudad, me di cuenta que los vicios mas importantes están allí, conocí a una mujer sencilla que es mi actual compañera, llamada Zulema a quien amo y respeto por su entereza de mujer. Ella quiza, nunca pudo entender que tuve una mujer tan joven que podía haber sido su padre, pero nunc fuí su pareja.
cuando se vive en el peligro no queda tiempo para el amor. Ahora todo es distinto ella sabe que soy medio aborigen y medio hombre quiza por que ellos me enseñaron a serlo. Lo único que se soy feliz y estoy feliz de serlo. Con ese amor de mujer madura llamada Zulema
LEE ESTE CUENTO,LEELO,ES POR MI,LEELO,UN CARIÑO ZULEMA