Un buen día soleado de Julio, cuando el amor rebosaba por mis poros, por mis uñas, por mis labios y me sentía feliz de poderlo compartir con mis panchitas, mis padres y todas las personas encantadoras que me rodean... decidí ser auténtica como pocas y enseñar que las críticas cuando no son constructivas pueden hacer mucho daño.
Pero mi alma colmada de felicidad no podía detenerse en tal reto de enseñar a aquellos que se ponen un velo para no ver y suben el volumen de su radio para no oír, ya que éstos personajes no aceptan con humor que otros nos llevemos " lo mejor del pastel"; así que tan ardúa tarea de enseñar a los incultos criticones, se la encargué a un perro, Sí!! como lo oyen a un perrro, éste animalito pese a no poder hablar sabe más que muchos de los que dicen entender de literatura, por ello quién mejor que mi perro -me dije-, el más fiel de mis amigos y el más honrado de todos aquellos del país de los cuentos.
Así que me limité a enseñarle a mi perro valores como el respeto, la obediencia pero sin la sumisión ya que la rebeldía en su justa medida es sabia, le enseñé el significado del amor que muchos de los de aquel país no conocían y le envié a aquel lugar tan indescriptible.
Mi perro como el más sabio de los humanos, en el país de los cuentos enseñó a todos a no ladrar cuando no se debe y a callar comentarios malsonantes, asímismo les hizo entender que cada uno es libre de ser AUTÉNTICO y de expresar lo que más le venga en gana. A todos estos pobres de espíritu les regaló un amigo para que pudieran conversar sobre política ( puesto que era un tema totalmente desconocido en el país de los cuentos),les despojó de su velo y les hizo entender que el amor puede ser a cualquier edad y con cualquier persona intentando así defender a todos los adolescentes que habían sido criticados por exponer tímidamente un amor de juventud.
Pero todo no fue jauja, ya que los habitantes de este país eran un poco ignorantes, especialmente uno que se pensaba el más sabio de todo el reino.Por ello, a este ser más ignorante le recordó aquella frase célebre que nunca habían escuchado: " Sólo sé que no sé nada".
Ya, con estas enseñanzas mi perro decidió que tendrían suficiente, no sólo mi perro puesto que yo también espero que cada uno se dedique a escribir como pueda, a ser tolerante y a ser AUTÉNTICO como pocos lo somos... porque si malgastan ustedes las energías en criticar perderán el tiempo más rápido de lo que suele pasar y no podrán disfrutar de la vida,ya
que es muy corta. Si se vive intensamente nadie les podrá robar jamás esos momentos de intensidad, quedarán en su ser para toda una eternidad...
eso es todo lo que espero
para evitar confusión. cuando escribimos tenemos a veces que aclarar. la connotación que se percibe al escuchar perro, varia. me refiero en la comparación a ese animal amigo que no sabe hablar que con su ladrido quiere expresar lo que siente. le gusta dar y recibir cariño y resulta muy fiel en reciprocidad.