A las 7:30 sonó el despertador, la noche anterior había tomado y bailado, por eso al instante de abrir sus ojos color miel, sintió aquel terrible dolor de cabeza, apagó el despertador y fue a vomitar al baño. Hizo lo que hacía cada mañana y se fue al trabajo, todo parecía mas lento, si no tuviese tanto que hacer si ese día no fuese tan importante ni iría a ningún lugar.
Su rostro su cabello y su ropa siempre eran agradables, impecables y sensuales, como aparentemente lo era todo en su vida pero esa mañana todo era desagradable y repugnante. Sus compañeros de trabajo la notaron pálida, sin fuerza, distinta, era una pesadilla en la que todo pasaba flotando.
Fany se preguntó si aquello que vivía no sería un sueño, pero lo peor no había pasado, todo apenas comenzaba, revisando entre sus cosas notó que no había leído aquella carta que su hermana le había enviado, se preguntó mil veces de qué se trataba antes de abrirla, pues debía de ser algo importante, cuando su hermana (que la odia), le escribe una carta, al leerla vio muchas palabras de relleno, nada importante, ella comprendía su hermana era así, pero en las últimas líneas se encontraba la razón, “mamá se está muriendo”, ¿por qué diablos no llamó?, ¡que tonta!, ¿será que no conoce la tecnología?.
Pero aquel día tenía que quedarse en el trabajo, era muy importante, vio a su alrededor y sus compañeros con sus vidas tan ajenas y solitarias la hicieron sentir pánico, nuevamente vomitó, ¿será que estoy embarazada?, podía ser solo resaca.
Trabajo normalmente hasta que la llamaron, ¿Sra. Fany?, si con ella, hablo del INPC para informarle que los resultados de su resonancia magnética están listos y puede pasar por aquí en el momento que desee buscarlos. ¿tengo cáncer?, disculpe pero no estoy autorizado a dar ese tipo de información, hasta luego, así se cortó la llamada.
A las tres PM cuando salió del trabajo, ya había intentado llamar a la casa de su madre todo el día y nadie contestaba, sintió temor un aire frío rodeaba, un mal augurio,
pero la hizo sentir mejor el hecho de que en su casa estaba David, él siempre la hacía sentir mejor, con un abrazo y un beso suave. Al llegar dijo, ¡David!, ¿dónde estás?, nadie contestó, muchos pensamientos llegaron a su mente y se tranquilizo diciéndose, ¡que paranoica!, al entrar al cuarto David estaba en su cama viendo TV, abrázame –dijo- y él le dio un abrazo con ternura y un beso, pero las nauseas regresaron y corrió al baño donde una mujer de pechos grandes y cabellos obscuros se cubría con su paño, luego, de salir, le dijo a David que se fuera, no hizo ningún reclamo, no mostró ninguna expresión, ni rabia ni decepción, solo le dijo que pasara en la maña a llevarse sus cosas y se despidió con un chao, como quien se despide de un desconocido. En ese preciso instante llegó su amiga del trabajo, le contó que había cometido un error que era gravísimo en su trabajo, que según los rumores la iban a despedir, Fany no dijo nada, solo que tenía sueño, que mañana verían.
Se acostó en su cama cerró los ojos muy fuerte y deseó que todo terminara allí, pero se levantó tomó su auto y condujo hasta el mirador de la ciudad, miles de puntos de luz, estuvo allí hasta que de nuevo le dio sueño.
En el camino de regreso su auto se accidentó, su celular se había descargado hacía horas, ¿qué podía hacer?, todo le pareció una mentira, alguien debía de estar jugando con su vida, ella siempre tuvo el control, siempre hizo lo que quería, entonces comenzó a correr, y corrió y corrió preguntándose ¿estoy embarazada?, tengo cáncer?, ¿mi mamá se va a morir?, ¿me van a despedir, ¿por qué demonios hizo eso David?, su temor nunca fue morir, ni el dolor ni la soledad, su temor era desaparecer, no estar en ningún lugar, podía ser alguien que jugara con ella, incluso que tuviera el control de su vida, entonces pensó que podía matarla en cualquier momento, enfermarla, hacer a su novio infiel incluso hacerlo homosexual, pero debía de ser una mente muy enferma para hacerla sufrir tanto, y un dolor en su pecho junto con el cansancio y la depresión la hacían sentir débil, si ella era una historia, entonces debía de tener un final feliz. Pero también su mayor temor se podía hacer realidad y quedar suspendida en la nada, en ese momento lloró y como nunca antes lo había hecho, quiso seguir corriendo, pero sabía que no llegaría a ningún lugar, estaba cerca el final, pronto se sabría el desenlace, su celular sonó, y ella se asustó, ¿esto no estaba descargado?, ¡halo!, se descargó de nuevo, entonces comenzó a gritar, nooooo, por favor, que no me queda en la nada, que no desaparezca, que no me quede en la nada........
Fin.